Cómo cuidar la piel grasa

La piel grasa también necesita que la mimes

Es posible que, de entre las diferentes tipologías de piel que existen, la piel grasa sea la que todavía genera más dudas en cuanto a sus cuidados, empezando por el falso mito de que una piel grasa no necesita hidratación adicional.

En esta entrada vamos a ayudarte a comprender en qué consiste la piel con tendencia grasa, cómo cuidarla y, también, algunas cosas que debes evitar hacer.

Qué es la piel grasa

La piel grasa es aquella que produce más sebo de lo normal. Este sebo se produce en las glándulas sebáceas para proteger a la epidermis de las agresiones externas. Es decir, tu piel, en realidad ¡se está protegiendo!
Es muy común tener la piel grasa durante la adolescencia, y que ésta, con los años, se transforme en una piel mixta/grasa. 

Los cambios hormonales, una mala alimentación o, simplemente, factores genéticos, pueden también estar detrás de las pieles con tendencia grasa.

Cómo saber si tengo piel grasa

Además del síntoma más característico, que es una piel con brillos, las pieles grasas suelen tienen los poros más dilatados de lo normal y pueden tener un tono cetrinoirregularidades y ser bastante más propensas a la aparición de granos y comedones.

Cómo limpiar la piel grasa

Ya te hemos contado que el exceso de sebo es una reacción de la piel para protegerse de agentes externos, por lo tanto, si tu único objetivo es resecar una piel grasa, es posible que consigas el llamado efecto rebote y tu piel comience a generar todavía más grasa.

Entonces, ¿qué hacemos? Intentamos regular el exceso de grasa, sin llegar a resecar la piel.

Para ello, lavaremos bien el rostro por la mañana y por la noche con un limpiador o jabón que no reseque la piel, pero que sí elimine las toxinas y sedimentos acumulados durante el día y la noche.

El jabón tierra es una opción genial para ello, ya que contiene arcilla roja y verde y carbón activo, que ayudan a eliminar dichas toxinas, y una combinación de aceites esenciales ecológicos que te ayudarán a regular el exceso de grasa.

Además, contiene un 10% de aceites libres no saponificados que ayudan a mantener la hidratación natural de la piel.

Si quieres, puedes añadir a tu rutina facial un máximo de una exfoliación por semana.

Hidratar la piel grasa

Al contrario de lo que mucha gente piensa, la piel grasa SÍ que necesita hidratación, pues no es lo mismo el nivel de lípidos (grasa) que la presencia de agua en la dermis, muy necesaria si queremos garantizar su salud y un proceso de envejecimiento normal que, en las pieles grasas, suele conllevar una mayor tendencia a la flacidez.

Si dejamos de hidratarla, nuestra piel volverá al efecto rebote que hemos mencionado anteriormente, entrando en un círculo vicioso que puede llegar a ser desesperante.

Te recomendamos apostar por fórmulas ligeras en textura gel. 

Un buen sérum que contenga ácido hialurónico de alto y bajo peso molecular, puede ser, en muchas ocasiones, suficiente para mantener una buena hidratación.

Y recuerda, si vas a exponerte al sol ¡utiliza protección solar! El tiempo de las cremas solares densas y untuosas ya pasó y, hoy en día, existen un montón de opciones con filtros minerales pensadas para las pieles grasas y mixtas. ¡No te saltes este paso!


Trucos para la piel grasa

Si además de piel grasa, eres propensa a tener comedones, el mejor consejo que podemos darte es que te pongas en manos de un profesional médico para que te paute un tratamiento adecuado a tu situación particular.
Pero, además, queremos recomendarte algunos sencillos trucos que te ayudarán a controlar la producción de sebo y la aparición de granitos:

  1. Usa formulaciones no comedogénicas, que son las que no van a tapar los poros y agravar la situación.

  2. Lava tus discos, toallas o muselinas faciales a menudo. Si puedes hacerlo cada uno o dos días, mejor que mejor.

  3. Reduce el consumo de fritos, carnes rojas, picante, embutidos y lácteos enteros y sustituye la mantequilla por aceite de oliva virgen extra.

  4. Ten cuidado con el alcohol, pues este hace que los poros se obstruyan más fácilmente y, además, altera muchísimo el estado de la piel.

  5. Evita tocarte la piel del rostro durante el día, ya que los poros más dilatados, son más propensos a “atrapar” la cantidad de suciedad que siempre llevamos en las manos…aunque no la veamos.

Y recuerda, una piel cuidada es una piel sana, así que mímala como se merece cada mañana y cada noche. Dedícate un tiempo para ti, relájate y disfruta de ese momento. ¡Los niveles de estrés también influyen en la calidad de nuestra piel!

Cómo cuidar la piel grasa
Abella Biocosmética 3 de enero de 2023
Compartir
Categorías
Archivar